Desde hace 4 años, se designó el 17 de julio como Día Mundial del Emoji, para festejar que estas pequeñas figuritas tienen un lugar muy especial en nuestras vidas, dentro y fuera de las redes sociales, pues, aunque no vamos con máscaras de emojis por las calles, sí vemos sus referencias por todos lados.
Como ejemplo los peluches y accesorios que vemos con estas formas, también Emoji: la película que se estrenó el año pasado y en 2016, los polémicos Poemojis creados por el artista transgénero Dante Tercero, que escribió su obra únicamente utilizando emoticonos.
Con dicha creación, ganó una (peleadísima) beca del Fondo Nacional para Cultura y las Artes (FONCA) y también, miles de críticas e insultos en los que los usuarios insistían que: “ESO NO ES ARTE” y pues, arte o no, no podemos negar que los emojis llegaron para transformar nuestra vida y que sin ellos… no pasaría nada extraordinario (creo), sin embargo tienen una razón, buena o mala, de existir. Esto es lo que pienso:
Sin emojis, la comunicación por Internet sería diferente, ¿Les ha pasado que le escriben a alguien y les responde de una forma que -consideran- cortante? Pues eso cambiaría si al final del mensaje les hubieran colocado una sonrisa o el emoji del corazoncito, o la carita con lágrimas de felicidad, ¿no creen? Así pensaríamos que todo está en orden, y que el otro está dispuesto a seguir intercambiando mensajes con nosotros.
Pero, ¡aguas! Porque esta es un arma de dos filos, es decir, creo que cuando nos mensajeamos con alguien, estamos constantemente en tensión, todo el tiempo pensando en cómo habrán recibido nuestro mensaje, ¿“Se habrá enojado?”, “Estará de malas?”, “¿Estará ocupado”? “Me dejará en visto”? Creo que los emojis llegaron para darnos una extraña sensación de confort al chatear pero también nos llenaron de inseguridades y una ETERNA búsqueda de aprobación en cada frase que enviámos. La espera de la respuesta se vuelve más larga, pero si nos contestan con la misma efusividad que nosotros, nos sentimos recompensados y ahí vamos de nuevo, a escribir otro mensaje.
Por otra parte, apoyo que los creadores de los emojis se esfuercen en crear muchísimos personajes -de todas las razas- y acciones cotidianas, porque, aunque parezcan gestos pequeños también contribuyen a la inclusión, que taaaaanto hace falta y namás por no dejar, les dejo los últimos 70 emojis que llegarán a iPhone este 2018.
¿Piensan que su vida sin emojis sería diferente?
Fuente: este post proviene de Blog de Actitudfem, donde puedes consultar el contenido original.
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