como una delicada flor,
llenaste mi alma de alegría
rodeaste todo de amor.
De una belleza pura
tu rostro resplandecía,
con el cabello de miel
y la mirada adormecida.
Vi tu piel de nieve
y tu pequeña boquita
esas manos delicadas
las de un futuro artista.
Creciste en el dolor
y tu sonrisa iluminaba,
recibiste a tus hermanos
con tu dulzura y calma.
Te llenaste de virtudes
te volviste una guerrera,
con tu espada de valor
siempre fuiste la primera.
Hija flor de primavera
hija pétalos de sol
con la mirada cristalina
y la voz de un ruiseñor.
Pronto será tu cumpleaños
y quisiera regalarte,
mil canciones, y cien versos
volando entre notas y paisajes...
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