Lamiendo con mis labios la cera
el poema es un pájaro muerto
y la poesía el ritual del neurótico obsesivo
Que aún escribe en la sombra
ritmando la pena de muerte.
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a ti que sobre la muerte de la poesía
escribiste mi nombre
cuando orinábamos juntos en un bar de
Tanger
y vendíamos hachish a los lobos
regalandole la limosna del grito
y regalándoles el agua del Aqueronte
a tí que sobre mi cabeza escribes
poemas de honor al diablo
señor de los vencidos
señor del desespero
señor de la otra vida
porque allí donde la muerte se explica
empieza la otra vida
-incipit vita nova-
oh Jakob Boehme de los vencidos
sol del desierto criatura de la nada y del
fango
y allí en el fango es donde verdaderamente
incipit vita nova.
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