Después de clasificarse quinto para el Gran Premio de Singapur, Lewis Hamilton sabía que rendría que pasar algo extraordinario para ganar, y ese "algo" debidamente llegó en la forma de la primera lluvia en la historia de la carrera en Marina Bay.
Es cierto que la eliminación en la primera vuelta de sus tres rivales más fuertes ayudó a su causa, pero Hamilton insistió en que sabía que la victoria era posible tan pronto como los paraguas comenzaron a subir en Marina Bay.
"Yo no rezaba por un milagro, yo no rezaba para que algo suceda, pero cuando llovió pensé, esto es: puedo ganar desde el quinto en la lluvia", dijo el piloto de Mercedes, que ganó con casi 5 segundos de ventaja sobre Ricciardo.
"Estaba tan seguro de que iba a ser capaz de hacer algo y luego todo sucedió, todos desaparecieron. Yo estaba realmente muy feliz, sin errores, sólo una carrera muy bien controlada en esas condiciones".
El resultado fue particularmente dulce para Hamilton, quien -después de la mala calificación de Mercedes en Singapur el sábado- había esperado que Sebastian Vettel retomara el liderato en la clasificación del título.
"Ayer nos esforzamos, no teníamos ni idea de lo que iba a pasar hoy, pero tratamos de mantenernos enfocados, para salir adelante", agregó. "Obviamente fue muy afortunado con los Ferrari al principio, pero no podría estar más feliz o más agradecido.
"Y para venir aquí hoy, con la idea de limitar los daños, y resultar saliendo de aquí de nuevo líder en el campeonato es increíble, y en realidad estoy más adelante. Así que definitivamente cuento mis bendiciones y no lo tomo por sentado".
Con seis rondas por delante, Hamilton ahora lidera a su rival de Ferrari por 28 puntos, 263 a 235. Mientras tanto, su compañero de equipo Valtteri Bottas, que terminó tercero, está ahora a sólo 23 puntos por detrás de Vettel.