Según un estudio del Journal of Psychology an Marketing, salir de compras tiene un gran impacto positivo en nuestro humor.
El simple hecho de recorrer tiendas, probarte distintos atuendos y comprar esas prendas que más nos gustan hace que nuestro cerebro libere serotonina y dopamina, sustancias relacionadas con la felicidad.
El efecto es aún mejor cuando vas de compras con amigas, pues ayuda a estrechar lazos, brinda una sensación reconfortante y ayuda a construir relaciones más profundas.
Sin embargo todo tiene un lado oscuro, y es que esa sensación de alegría que proporciona ir de compras es altamente adictiva, de ahí que puedas convertirte fácilmente en una shopaholic.