Además de director también eres el guionista de la película. ¿Cómo surgió la ida de escribir sobre la épica historia de Ramón Arroyo?
El documental Món petit (Mundo pequeño) (online en Filmin y en monpetitfilm.com) me aportó tanto a nivel emocional a lo largo y ancho del mundo que tenía la necesidad de buscar otra historia que pudiera conectar tanto con la gente y conmigo mismo. Aprendí mucho con ella sobre cómo la gente necesita descubrir historias que nos recuerdan lo bueno que puede ser el mundo, pese a estar siempre concentrados en ver solo lo contrario. O de cómo lo necesitaba yo. Si iba a dedicar mis años siguientes a una historia, debía ser algo que, al menos a mí, me parecía importante contar. Así pues, descarté todo lo que tenía en mente y me dediqué a buscar otra pequeña gran historia, hasta que encontré la de Ramón viendo Informe Robinson. Y fue instantáneo.
¿Encontrar financiación para llevar a cabo la película fue complicado, o la gente al leer el guión y ver el tema que trataba se volcaba rápidamente?
La verdad es que, pese a lo tedioso, tortuoso y duro que es hacer una película en España, todo fue relativamente rápido con 100 metros. Filmax siempre tuvo claros los pasos y todo fue encajando sin los sobresaltos que yo ya había experimentado en anteriores proyectos. Desde el inicio, 100 metros generó un efecto imán que atrajo cosas buenas; desde financiación hasta técnicos, actores, músicos... Todo fue para bien, lo que tenemos ahora es lo mejor que nunca imaginamos tener. A veces hay cosas que pasan porque debían pasar.
¿Cómo ha sido rodar con tantos actores y actrices de renombre?
Un enorme gustazo. Lo mejor que puede hacer un director es rodearse de gente buena, que le mejore en todo, sobretodo en lo que él no puede llegar. Ya sean actores, técnicos, jefes de equipo... De todos ellos he aprendido, todos han mejorado el guión.
Dani es el actor más generoso y comprometido con el que he trabajado. Ni él sabe el talento que tiene. Alexandra será, si no es ya, la mejor actriz de su generación. Karra es un tornado que lo mejora todo y que ha trabajado con algunos de los más grandes; David Verdaguer es un genio y será de los mejores del país; Clara Segura es la perfección, María de Medeiros -divertida y talentosa como pocas- estuvo en Pulp Fiction. Bruno Bergonzini es sabiduría y pura vida, Alba Ribas impresiona incluso no diciendo una sola palabra (ojo a su papel en El cadáver en Anna Fritz). Y Andrés Velencoso demuestra que sabe reírse de si mismo con un cameo sui-generis que solo indica que es un tipo inteligente.
He sido afortunado de tenerles, la química con todos fue la perfecta desde el primer día, y eso ha generado tantos buenos momentos en pantalla.
Dani Rovira y Alexandra Jiménez están habituados a la comedia, ¿ha sido difícil para ellos este cambio de registro? ¿Les has ayudado de algún modo en el proceso?
La mejor ayuda que podía darles era escucharles y entre los tres encontrar siempre las mejores fórmulas. Entre los tres dimos con la química idónea para trabajar y hacerlo crecer todo. En los ensayos hablábamos más de tonterías que de otra cosa, así encontramos el tono.
Yo no distingo entre géneros, todo es actuar o narrar una historia. Yo venía del documental, Filmax era famosa por el género de terror, Dani y Alexandra por la comedia... Ellos son actores, y muy buenos, así que pueden mutar, porque ese es su trabajo. Además, si uno es bueno en comedia es porque sabe tocar la emoción del espectador, la toca con el humor, con la empatía, así que si esto ya sabe hacerlo, todo lo demás es sencillo. Yo he sido afortunado porque les he disfrutado en drama por primera vez. Y seguro que no será la única, porque están pletóricos. Cada secuencia dramática generaba un enorme silencio y respeto en el set.
¿De qué manera se ha involucrado el propio Ramón Arroyo en el desarrollo de la película?
Totalmente. Ha sido mi coach durante toda la escritura del guión. Yo podía documentarme infinitamente sobre la enfermedad pero jamás sabría tanto como alguien que padece Esclerosis Múltiple. Ha sido un guía y un amigo, él e Inma, su mujer. Además, ambos hicieron de coachs de Dani y Alexandra, vinieron de visita al rodaje y ahora mismo es todo un activo en la promoción de la película. Ramón es un fuera de serie y tiene un encanto personal y un carisma poco común. No tenerle en el barco, a mi lado, hubiera sido el mayor de mis errores.
La película nos habla sobre la esclerosis múltiple, ¿de qué manera te ha marcado tratar con una enfermedad tan dura durante tanto tiempo?
Me ha dado dimensión, me ha recordado que hay que estar siempre del lado bueno de las cosas. He aprendido mucho a nivel vital y también sobre la enfermedad, la enfermedad de las mil caras. Emocionalmente ha sido un viaje muy rico, conocer a alguien como Ramón, como a los trabajadores del Insititut Guttmann, a sus pacientes, a Bruno Bergonzini... Y me ha subrayado algo muy importante: todos necesitamos ser escuchados. Esta película puede ser importante por todos los pacientes, porque la EM es una enfermedad muy común pero muy desconocida, muy silenciosa, si logramos que deje de serlo, misión cumplida.
¿Con qué sensación te gustaría que salieran los espectadores del cine tras ver la película?
Saldrán emocionados desde el lado positivo. La película, pese a mostrar drama, es un canto a la vida, es una película colorista, de superación, de feel good, y tiene muchas dosis de comedia. Es un subidón, la hemos diseñado así, para que dé energías para seguir adelante. No podía ser un dramón, no sería coherente ni conmigo, ni con el personaje real ni con las necesidades de la mayoría de los pacientes. La gente saldrá contenta, lo prometo.
Ahora una ronda rápida de preguntas para conocer tus gustos sobre cine:
- Película favorita: Depende del día. Pero siempre: "El cazador", "El secreto de sus ojos", "Delitos y faltas" y "En busca del Arca Perdida".
- Director favorito: Steven Spielberg y Woody Allen.
- Actor y actriz con los que te gustaría trabajar: Cada historia tiene su alma y sus rostros, cada una demanda perfiles distintos. Ojalá un día pueda tener una historia que guste a Ricardo Darín y a Penélope Cruz.
- ¿Cine europeo o americano?: Una buena historia es universal, no tiene fronteras, pero el americano me ha hecho cinéfilo.
- Película que marcó tu infancia: Indiana Jones 1 & 3.
Muchas gracias a Marcel por esta maravillosa entrevista y sólo nos queda animaros a que vayáis al cine a ver 100 metros, una película que sin duda os dejará huella.
Mini crítica de "100 metros".