El mar viene a mí, el mar como un tenue recuerdo
el mar me rodea y persigue, el mar ya está dentro.
El mar me hiere, me derrota a dentelladas, astro apacible;
Me abraza, sonríe su brisa y desprende un disfraz de jadeos.
La danza de espuma que tiñe sus dueños, me baña inmedible.
y se aleja mirando con ojos robados y triste el aliento.
El mar nutriente en sus aguas, de brazos y madres remotas,
de lejos perciben su risa, desplumadas de alas y crines rotas.
El mar dormido y audible levanta su empeine sediento,
borrando los ojos del cielo, rozando y lavando los sueños.
Texto 16 de enero, 8,9 de febrero 2018.
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