El consentimiento, aunque parezca un término claro, no lo es para algunos, y la prueba está en, por ejemplo, las denuncias de acoso y abuso que muchas mujeres hacen (Karla Souza o las muchas víctimas de Harvey Weinsten son algunas de ellas), pero que muchos descartan por no tener claro lo que el consentimiento es.
Ahora, Katy Perry y Benjamin Glaze, concursante de American Idol, son un ejemplo reciente y claro.
Benjamin tiene 20 años y estaba en las primeras rondas de audiciones para participar en el reality show.
Cuando estaba frente a los jurados, uno de ellos le preguntó si alguna vez había besado a una chica y si le había gustado (con una frase en referencia a la canción de Perry I Kissed a Girl).
Él confesó que nunca ha tenido novia y que si no había estado en una relación, entonces no podía haber besado a nadie.
Entonces Katy Perry le dijo que se acercara y que le diera un beso. Primero puso la mejilla, pero repentinamente, la cantante se giró y se lo dio en la boca.
Después, Glaze comentó en una entrevista que, si Perry le hubiera consultado sobre el beso, él no lo hubiera aceptado.
Entonces internet se sintió incómodo: “si esto lo hubiera hecho un hombre, con una chica, inmediatamente sería acusado de acoso”, señalaron usuarias de Twitter.
Si, como mujeres, queremos que la gente escuche nuestras denuncias, necesitamos dejar de tener esta “doble moral”.
El acoso es un tema serio, que concierne a hombres y mujeres. Ambos géneros tenemos un gran camino por recorrer para terminar con este problema.