Tras abandonar sus estudios de ingeniería decidió adentrarse en el mundo artístico como forma de canalización de sus pensamientos. Para ello contó con la ayuda del artista y profesor, Christian Krohg. Con él, llegó su primera exposición en Oslo y acto seguido su traslado a París para estudiar los géneros contemporáneos de finales del siglo XIX.
Su temática, se basó en el drama humano, bien mostrando melancolía, enfermedad o desesperación. Entre sus primeros trabajos se encuentra 'La niña enferma' de 1885, obra que causó un gran impacto, siendo duramente criticada por la sociedad de la época. Igualmente, produjo numerosos grabados de semejante índole.
Sin embargo, si un lienzo sobresale ese es el maravilloso 'El grito', de 1893. Como curiosidad cabe mencionar que realizó un total de cuatro versiones y la más famosa, expuesta en el Museo Munch, fue robada en 1994 junto con la obra 'Madonna'. Afortunadamente, fue recuperada dos años más tarde.
Su amplia trayectoria nos dejó un extenso legado que sirvió como inspiración para generaciones y estilos posteriores, particularmente asentando las bases del expresionismo gracias a fuerte carga emocional. El número de obras asciende a más de mil cuadros y quince mil grabados, repartidos actualmente por todo el mundo.
¿Y tú, qué opinas de la obra de Edvard Munch?