Una solución no siempre se refiere a la clave con la cual se resuelve un problema. En Química esta palabra hace referencia a un tipo de mezcla en la cual una o más cosas son añadidas. Lo que se añade se conoce como soluto, mientras que aquello a lo que se le añade es conocido como solvente.
Una de las características más importantes de una solución es que la mezcla final es homogénea, lo cual significa que ninguno de los dos o más ingredientes que conforman la solución pueden verse a simple vista, sino que se pueden apreciar como si se tratara de uno solo. Del mismo modo, los ingredientes una vez combinados no pueden ser separados fácilmente.
Hay muchas maneras de describir una solución, dos de las formas más comunes son descritas con los términos diluida o concentrada. Dos palabras que se refieren específicamente a la fuerza o concentración de la solución, es decir, a la proporción de soluto en el solvente.
Si tienes alguna duda acerca de cuál es la diferencia entre una solución concentrada y una solución diluida, entonces continua leyendo, porque a continuación te explicamos todo lo que necesitas saber en torno a este tema.
Solución diluida
En este caso, se trata simplemente de una solución que tiene menos soluto disuelto en el solvente, es decir, está menos concentrada. Por ejemplo, piensa en una pizca de sal en un vaso de agua; en este caso se tratará de una solución diluida porque claramente habrá poca sal en comparación con la cantidad de agua.
Cuando se trabaja la homeopatía por lo general se lleva a cabo un proceso de disolución de sustancias (a veces peligrosas o venenosas) en agua; de modo que al final la cantidad presente de dicha sustancia sea tan mínima que no pueda causar ningún tipo de malestar.
Solución concentrada
Por otra parte, se puede decir que una solución es concentrada cuando ocurre lo contrario al caso explicado anteriormente; es decir, si hay una gran cantidad de soluto en el solvente; entonces se trata de una solución concentrada.
solucion diluida y concentrada
Finalmente, la mayoría de personas cree que las soluciones sólo pueden ser líquidas, cuando en realidad se les puede encontrar en estado líquido, sólido y gaseoso. Un ejemplo de solución sólida es el acero, donde los átomos de carbono se encuentran disueltos en átomos de hierro. Asimismo, el aire es un ejemplo popular de solución gaseosa; ya que en este caso el oxígeno y otros gases se disuelven en nitrógeno.