Entre buenos efectos y mucha acción, la trama se desarrolla de forma interesante. Deadpool nos muestra un lado más humano sin perder su toque y, de lo más destacable, con un humor totalmente renovado. La esencia de este antihéroe se mantiene, pero el humor se logra de forma más natural que en la primera entrega. Sin duda, el cambio de director le sentó bastante bien y David Leitch impregnó su toque de forma satisfactoria.
Wade Watts (Ryan Reynolds) es el irreverente personaje detrás de Deadpool y un golpe fuerte al inicio del filme hará que cuestione la razón real para tener superpoderes. Esto lo lleva a ser reclutado por los XMen, pero Deadpool no es un superhéroe normal. Todo termina en un desastre seguro, lo cual lo lleva a la cárcel.
Deadpool ahora reclutará a su propio súperequipo y se embarcará en una misión de la que no podrá (o querrá) escapar.
Deadpool 2 llega a los cines el 18 de mayo.