¡Cómo ha cambiado el cuento! Desde pequeños nos enredan la cabeza con historias de amor, con finales felices, con amores perfectos, con colorines colorados, y cuando creces... ¿Qué?
Es cierto que los cuentos Disney y el maravilloso mundo de las princesas, vienen cargados de fantásticos valores, y cada día más. Pero quizás, aun esos cuentos tienen muchos otros valores totalmente obsoletos que no se adaptan a la realidad de la sociedad. Valores y patrones de comportamiento que no figuran un modelo real y sano para reproducir en los/as niños/as, generando patrones confusos e ilusionistas de una realidad muy diferente.
Me ha parecido divertido imaginar como serían nuestras adorables princesas Disney en la actualidad. Bellas mujercitas en pleno S.XXI.
Eraseuna vez una pandilla de amigas que estaban organizando una cena para el próximo sábado...
Tras duras negociaciones de cuando y donde quedar, todas nuestras encantadoras princesas consiguieron ponerse de acuerdo y quedar, a pesar de los pequeños enfados tontos que tuvieron en su grupo de Whatsapp.
Cada una de ellas, muy ilusionadas, preparaban una velada entre amigas, ya que debido a la frenética vida de cada una de ellas, casi era imposible verse.
Bella finalmente había decidió asistir a la cena con su adorable Bestia. A pesar de que algunas princesas se reían de su novio "fofisano". Bella siempre había sido una mujer que valoraba el interior de las personas, y no juzgaba las apariencias, tal como lo hacían sus amigas, ya que ellas preferían chicos "metrosexuales" como el increíble Hulk, Mazinger Z, los caballeros del Zodiaco...
Yasmin, por el contrario, era una mujer independiente, que trabajaba en su negocio familiar de alfombras de Oriente. Había logrado resurgir con su esfuerzo y trabajo, la pequeña empresa que su padre le había heredado.
Aladdin, su novio había insistido en que saliera esa noche con sus amigas, ya que estaba siempre trabajando duro y necesitaba un momento de distración con sus amigas que hacía tiempo que no veía.
Cenicienta no quería perderse ese acontecimiento. Era una madre soltera y muy trabajadora, que como la inmensa mayoría de las madres, trabajaban muy duro para darle lo mejor a sus hijos. Cenicienta era tan despistada y siempre iba a las carreras, que perdió hasta un zapato. Pero le dio tiempo de pasar por una zapatería y comprarse un par de zapatos nuevos para la ocasión.
Asistiría a la cena, pero debía regresar a su casa a las 00:00, debido que la canguro de sus dos adorables hijos estaría cuidándolos hasta esa hora.
Blancanieves llevaba algunos años casada. Era ama de casa.
Era la que más aislada vivía con la gran cantidad de responsabilidades que tenía entre la casa, su marido, sus hijos, las actividades de sus hijos, que casi ni le quedaba tiempo para dedicárselo a ella y a su vida social. Si por ella, no iba a la cena, ya que estaba tan cansada, que solo le apetecía dormir. Pero dejó a sus hijos a cargo de su príncipe azul y se empaquetó con sus mejores galas para ver a sus amigas.
Rapunzel era la bohemia del grupo. Ella era mística y espiritual. Vivía en un ático aislada del mundanal ruido de la urbe. Allí se dedicaba largas horas a pintar maravillosos cuadros.
Pocahontas era la libre del grupo, soltera, alocada, fiestera, dinámica y siempre muy activa. Con una vida social bastante estimulante.
Nunca había querido amarrarse a ningún hombre, ya que era un espíritu libre, a pesar de que las malas lenguas decían que últimamente la veían mucho con Peter Pan, el cual no puso asistir a la cena, ya que la policía lo había detenido por ciertas actividades irregulares con "esos polvos blancos que te llevan al país del nunca jamás"
Así cada una de nuestras princesas, ordenó su vida, sus rutinas y sus labores del día a día para poder pasar un sábado noche con sus amigas.
La cena entre las princesas fue maravillosa. Hubo anécdotas, recuerdos, vivencias, chismes e incluso críticas... pero cuando acabó la cena, Ariel propuso un brindis
Ariel: ¡Princesas, propongo un brindis! ¡Por qué los príncipes azules que no traigan tanto cuento!
¡SALUD!
¡¡¡Chicas, chicas, vamos a hacer un selfie!!!
Fueron felices y cenaron sushi, y colorín colorado cada princesa se fue a su lado.
Recuerda Cupider@ que la vida misma es el más maravilloso cuento de hadas.
LES QUIERO CON MUCHO HUMOR
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