Las historias de familia
A todos nos gusta que nos cuenten cosas de nuestra familia y el día del padre es un momento genial para que los niños descubran cosas nuevas o vuelvan a escuchar las historias más importantes de la familia.
Una opción que siempre gana es contarles con todo lujo de detalles lo que hizo su padre el día en que nació. Es emocionante y refleja el cariño y el amor que se siente por ellos. Nunca está de más que se sientan queridos. Además, puedes contar también la historia de cómo nació el padre, si es que la sabes bien, o algún detalle, anécdota o secreto de cuando él era pequeño. A los niños les encantará y les hará sentirse más cerca de su padre, creando una confianza que servirá de mucho en el día a día.
Manualidades
Siempre puedes hacer manualidades con tu hijo ese día. Incluso puedes ayudarle a hacer el regalo del padre, crearlo juntos y ponerlo en un lugar importante de la casa, que le inspire ternura al padre y orgullo al pequeño. También podéis unir a toda la familia para crear un collage con fotografías de los dos, padre e hijo (o hijos) y, mientras se divierten, crearán un objeto físico que, en unos años, recordarán con una sonrisa y mucho cariño.
¡Fuera de casa!
¡Ni pienses en echar a los niños de casa el día del padre! Pero sí que es una buena alternativa hacer algo al aire libre. Hay muchas opciones, pero te voy a dar cuatro muy sencillas y divertidas. Podéis plantar un pequeño jardín en familia, aunque sea una maceta con una triste y solitaria planta. Lo que importa aquí es el significado de la acción. Además, le ayudará a habituarse a regarla de vez en cuando y le hará más responsable (al padre o al hijo).
Un paseo en bici siempre es bien recibido por ambas partes. Al padre no le cansa en exceso y para el niño es toda una aventura que recordará durante mucho tiempo. También puedes elegir otra actividad al aire libre, aunque dependes de las condiciones atmosféricas: ¡volar una cometa! Es una maravillosa actividad y los niños se lo pasarán genial. Podrán correr de un lado para otro y, con suerte, caerán rendidos en la cama al llegar a casa.
Pero, sin duda, la mejor opción es ir de acampada. Los preparativos, la llegada, el montaje de la tienda y todos y cada uno de los detalles son para los niños una acción emocionante e increíblemente divertida.
Otras opciones
No todo es salir al aire libre. Puedes salir de casa y acudir a otros lugares interesantes. Como opciones te propongo tres. Lleva a los niños al teatro o al circo. Evita ir al cine, ya que es algo más común y puedes hacerlo cualquier fin de semana. El circo no viene todos los días, así que si tienes que desviarte un poco de tu ciudad en busca de payasos y sonrisas, merece la pena.
Otra opción es visitar un museo. No todos tienen por qué ser aburridos. Seguro que si investigas, tienes en tu ciudad una gran colección de museos originales y divertidos para los niños.
Pero, el rey de los destinos en esta fecha especial es el parque de atracciones. Es cansado para los padres porque los niños no pararán de ir de un lado a otro, pero estoy seguro de que cuando mires a los pequeños y veas la sonrisa que esbozan en su cara, se te pasarán todos los dolores.
¿Se os ocurren más destinos en este día tan especial?