Si quereis conocer a fondo los secretos de un pueblo profundizar en su literatura popular”. Pues lo popular de alguna forma refleja por tradición, sabiduría, espontaneidad, naturalidad e ingenuidad, la verdad desnuda. La Literatura Popular De España a éstas alturas del conocimiento, está por descubrir en gran parte de sus numerosas manifestaciones, llegando en otras, a un des conocimiento prácticamente total.
Y ésto se verifica fácilmente con ver los manuales de literatura, tan pomposos y fríos. (Sobran acá los ejemplos a poner). En nuestra literatura del siglo de oro, entre otros aconteceres, hay que reivindicar la novela corta corno género que se les escapa a los críticos oficiosos y formalistas; aunque en los últimos tiempos algunos de los escritores más vinculados a ese sistema, han merecido trabajos monográficos; mas es de justicia apuntar que el intento de su valoración generacional, aparte de los trabajos de Fortuny, Granjel, Santonja... etc, se debe al intento de nuestro admirado escritor, y publicista, Federico Carlos Sainz de Robles, que centrado en lo que llamaba “La Promoción de “El Cuento Semanal” (mil novecientos siete-1925)”, salvó ese interesante e imprescindible capítulo de Ia historia de la nove la de España con abundantes estudios y antologías.
Y es preciso hacer ciertas y breves consideraciones de Ia significación de la novela corta en el desarrollo de la literatura contemporánea, con participación en los movimientos literarios, tanto por su expresión estética como por sus contenidos en claves eróticas o bien políticas. Partiendo de una autoría, en su mayoría novecentista, recuérdese que, Baroja, Valle Inclán, Unamuno, Salaverría, Ciges... etc, conectó conl Ias consecutivas generaciones de escritores, siendo el medio en el que se descubrieron no pocos valores literarios, como Gabriel Miró o bien Pérez de Ayala, y donde todos los grandes maestros de Ia narrativa dejaron muestras, en ciertos casos sobreabundan tes, de su capacidad creadora, una aventura eventual. Y tantas otras que fueron espéculo de todas las actitudes vitales. Fue un logro y una clave para que el pueblo leyera y ahí están Ias escalofriantes cifras de ventas que ciertas de estas colecciones o bien títulos conseguían, las que para sí quisieran los presentes maestros del bestseller, a pesar de los medios de distribución y difusión con que se cuenta.
Todos estos detalles y sus consecuencias son analizados en su contexto por Alberto Sánchez Alvarez-ISúa, en este Medio siglo de Compilaciones Literarias (1907-mil novecientos sesenta), en un trabajo meridianamente diferenciador de lo que es en sí el fenómeno literario de estas colecciones principalmente populares, salvo casos inusuales, y lo que hecho “cientificamente intratable sin anterior catalogación’ documentar nada menos que más de quinientas compilaciones, esencia de lo que ha leído el pueblo español a lo largo de medio estaba por hacer con tanto detalle y extensión, difícil por su naturaleza, y at que el creador ha podido superar merced a su Coleccionista.