Aquellos que siempre aprovechan las monedas de vuelta al pagar el café en el bar para jugar a las máquinas tragamonedas para ver si la suerte les acompaña con un atractivo premio saben distinguir perfectamente un modelo de otro. Sin embargo, aquellos que nunca han jugado no saben cómo distinguir una categoría de otro. Y como nos parece un tema curioso y que forma parte de nuestro día a día, ¿qué mejor que explicar en un post los diferentes tipos de máquinas recreativas que existen?
Máquinas tipo A o máquinas recreativas
Las máquinas tipo A, según el BOE (reglamento de máquinas recreativas y de azar), son “aquellas de mero pasatiempo o recreo que se limitan a conceder al usuario un tiempo de uso o de juego a cambio del precio de la partida, sin que puedan conceder ningún tipo de premio en metálico, en especie o en forma de puntos canjeables por objetos o dinero”.
En otras palabras, en esta categoría englobamos únicamente a máquinas de juego, sin premio en metálico, donde la única gratificación es invertir el tiempo en algo entretenido. El mejor ejemplo lo podemos encontrar en las máquinas de dardos, el futbolín, los billares, y otras tantas máquinas que pueden encontrarse en los salones de recreativos frecuentados por adolescentes y gente joven.
Máquinas tipo B o máquinas de premio programado
La máquina tipo B, en cambio, es aquella que si concede al jugador la posibilidad de obtener un premio en metálico o canjeable por dinero, tal y cómo lo describe el BOE: son «aquellas que, a cambio del precio de la partida, conceden al usuario un tiempo de uso o de juego y, eventualmente de acuerdo con el programa de juego, un premio en metálico».
También se incluyen en esta categoría aquellas que incluye elementos de juego, de apuesta y de azar. En función del tiempo de juego invertido o del orden de las jugadas, el jugador obtiene premio. Estas también pueden ser analógicas o digitales.
Las máquinas tipo B son las más extendidas en bares, cafeterías, locales de restauración y hostelería.
Máquinas tipo C o máquinas de azar
Esta categoría también incluye la posibilidad de obtener un premio en metálico o canjeable por dinero; pero a diferencia de las máquinas tipo B, la posibilidad de premio se basa únicamente en la aleatoriedad y el azar. O lo que es lo mismo, en tener buena o mala suerte.
El BOE lo recoge así: “a los efectos de esta definición, se entiende por azar el que la combinación o resultado de cada jugada no dependa de combinaciones o resultados anteriores o posteriores”.
En cualquiera de los casos, cada vez son más populares los modelos de juego digitales, sustituyendo a las máquinas tradicionales que quedan relegadas a lo “vintage”.
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