En pleno centro de Barcelona, en el número 43 del concurrido Paseo de Gracia, encontramos una de las obras más conocidas del arquitecto catalán Antoni Gaudí, la modernista Casa Batlló. Remodelada por Gaudí entre los años 1904 y 1906, este monumento es famoso por su fachada, donde los balcones adoptan caprichosas formas onduladas y el ladrillo se ve sustituido por una fachada multicolor, adornada por la técnica que hizo famosa este arquitecto: el trencadís.
Convertida hoy en día en un museo, la casa fue un encargo del ingeniero textil Josep Batlló y fue construida para la familia, aunque perdieron la propiedad de la misma durante la guerra civil española. En los años 90 sus nuevos propietarios decidieron acometer varias reformas y convertirla en un museo abierto al público desde 2002 para que todos pudieran admirar la obra del gran artista que fue Gaudí.
Aunque su fachada sea lo más admirado y fotografiado y se haya convertido en un icono de la Ciudad Condal, en su interior, desde sus cimientos hasta su azotea, la Casa Batlló es toda una declaración de intenciones y del mejor estilo modernista llevado a cabo por el genio catalán.
Llama sobre todo la atención la azotea, con unas espectaculares vistas de Barcelona que inspiraron a Gaudí para construir un espacio lleno de formas, siluetas y texturas de todo tipo. Lo más característico es lo que se conoce como el lomo del dragón, una composición de tejas de colores azulados y verdosos que corona el edificio con una forma ondulada.
Por debajo de estas caprichosa azotea, destaca el desván, en el que la luz y el color blanco cobran protagonismo en un espacio que se puede comparar con el costillar de un animal, y donde 60 arcos se van superponiendo para crear un espacio mágico.
En la planta noble, destacan una espectacular escaleras con el pasamanos que también simboliza a un animal, esta vez su espinazo, una chimenea en forma de seta y las paredes abovedadas y llenas de color.
Para finalizar, las cocheras y carboneras suponen la base del edificio, un espacio también cargado de detalles y que se ha convertido en un espacio ideal para celebraciones de todo tipo.
Aunque la casa es un museo desde el año 2002, todavía se pueden alquilar algunos salones para fiestas y eventos.
Cómo llegar: metro y tren Passeig de Gràcia
Tarifas: 20,35 euros (16,30 reducida)
Horarios: de 9 a 21 h.
Imágenes: valdiney/Flickr, uayebt/Flickr, thisRobot/Flickr y wikipedia