Como el fútbol se disfruta más en compañía, se vino a casa un buen amigo que siente de verdad los colores del Atleti. Así de paso me contagiaba un poco la ilusión de ganar, aunque tampoco hizo mucha falta, porque estuve gritando y maldiciendo de la misma manera que si estuviese jugando mi querido Real Madrid.
Ya hablando del partido, la verdad es que el Fulham me pareció malo malo. No se qué pensaréis vosotros, pero lo estaba viendo y sólo pensaba "si a este equipo le pilla el Madrid en un buen día, le caen siete chicharros". Sus dos centrales, lentos lentos, no entiendo que el Kun y, sobre todo Reyes, no aprovecharan mejor su torpeza. Claro que en cierta medida lo comprendo, porque el Fulham, incluso cuando iba perdiendo, cerraba mucho las líneas y no las adelantaba, así que no hubo muchos huecos.
Quiero mencionar la patata de jugador que es Etuhu. Creo que el centrocampista nigeriano no hizo un pase bueno en los 120 minutos de partido, amén de moverse menos que un teletubbie en una cama de velcro. Del atleti, no me gustaron Reyes (falló macho y chupó demasiado) y no me convenció Simao, que además se enfadó cuando Quique decidió cambiarlo. La entrada de Jurado en la segunda parte despertó al Atleti de un letargo en el que había entrado desde que terminó el descanso, ¡me gusta este chaval! A ver si tito Floren le hace una oferta tentadora...
Y lógicamente no puedo olvidarme de Forlán, ese gran uruguayo que metió al atleti en la final contra el Liverpool, y que ayer se convirtió en el gran protagonista del partido al meter los dos chicharros frente al Fulham. ¡Grande Forlán!
Creo que ayer fue un día muy especial para todos los aficionados al fútbol, independientemente del equipo por el que cada uno profese sus amores. Y es que el Atleti se deja querer, siempre hace difícil lo que parece fácil, y hace sufrir a sus seguidores hasta límites que pocos corazones son capaces de soportar.
Y qué decir de Neptuno, que compartió el título con casi 40.000 colchoneros que se acercaron a su fuente predilecta a festejar esta hazaña.
En fin, no me voy a alargar más, ¡aupa atleti!