Hace ya tiempo que uno de mis mandamientos vitales es no ir al cine los fines de semana: salas llenas de adolescentes que creen estar en el salón de su casa, un intenso olor a palomitas que me hace perder el conocimiento...vamos todo ventajas.
No obstante tuve que aguantar una cola inesperada para ser Miércoles, y es que los cines siguen plagados de hordas de la infraoscuridad formadas por espectadores ávidos de conseguir su entrada para Avatar (¿es que dan dinero por ir a verla y yo no me he enterado?¿es que la tridimensionalidad atonta?¿con las gafas que te dan ves a la gente en pelotas?).
En fin, la historia intenta hacernos partícipes de la vida de una unidad de artificieros del ejército norteamericano durante la guerra de Irak.
Elegida película del año por la crítica, me encantó la tensión que supura, la forma de estar grabada (un poquito de cámara al hombro nunca viene mal), hay escenas que te dejan boquiabierta, otras en las que no puedes aguantar la risa, las hay en las que entrecierras los ojos deseando que no pase lo que va a pasar, localizaciones impresionantes.... vamos que lo tiene todo.
Como curiosidad Kathryn Bigelow, su directora, es la ex-mujer de James Cameron.
Yo ya me he hecho de un bando: vamos Kathryn!!! hasta el infinito y más allá!!!!