En busca de ese punto exótico que tiene Lavapiés, el barrio madrileño donde más culturas diferentes encontrarás mezcladas, pensé: "hace mucho que no como en un hindú" y, tras oler el característico aroma a curry que se pasea por el aire de la calle Ave María y sus alrededores, escogí una esquina en la que pegaba bien el sol.
Y qué decir de la comida india. Si te gustan los sabores intensos, te gustará, sin tener por ello que caer en el cliché de que es demasiado fuerte y picante; especiada sí, muchísimo, pero no por ello te quema el paladar, siempre y cuando sepas elegir bien (o dejarte recomendar por el camarero en su defecto).
Nosotros elegimos un par de entrantes en el que no podían faltar las típicas Samosas (empanadillas de pasta fina rellenas de carne y especias) que se sirven con diferentes salsas más o menos picantes. Como segundos, tampoco podíamos dejar de probar el pollo tikka (con curry y coco), y complementamos con un plato de cordero en salsa muy sabroso: cordero balti se llamaba, totalmente recomendable. Por supuesto, todo esto acompañado con el pan nan, una torta de harina fina para hacer más livianas las salsas y arroz blanco estilo hindú.
Para terminar, el toque dulce lo daba el postre más típico de la India, un batido a base de yogurt llamado ‘lassi' con un toque, como no, de mango.
A mí, que me encanta probar cosas y sabores nuevos, me encantó todo y salí de allí con un poco de color y el paladar totalmente satisfecho.
¿Os gusta la comida hindú? ¿Conoces alguno por tu ciudad que quieras recomendar?