Estas gentes …, sisean más que hablan: sus voces son ásperas y no pueden oírse sin temor.
Arthur Machen
La novela del Sello Negro
La obra de Arthur Machen es como un símbolo de turbulencias; en sus relatos se concentra una secreta energía, provocan una delicada extrañeza cuando al terminar de leerlos no llegas a aprehenderlos del todo, tal vez por ese motivo, sean tan buenos cuentos de terror fantástico, evocan cierta verdad en lo oculto, en aquello que mora en lugares remotos. Sus narraciones, plagadas de un poderoso lirismo, favorecen activamente la imaginación, contienen leyendas y mitos, historias antiguas, ruinas romanas…; el silencio extremo y el ruido extremo se entremezclan, como la tempestad con la inmensidad del océano, formando un Todo. Ese lirismo que se gesta en la descripción de la Naturaleza es propio de la poesía, con lo que en su prosa hay una gran belleza bucólica. Machen dotaba a sus cuentos de aventuras que nunca sabes cómo van a terminar, sorprende con escenas a media luz llenas de misterio, la trama se va desarrollando sutilmente como un vago resplandor, hasta que el monstruo aparece mostrando su poder, su complejidad profunda y llena de zonas oscuras; todo esto provoca una sugestión en la lectura muy interesante. Esta sería una de las razones más importantes de la admiración que Lovecraft sentía por Arthur Machen, el escritor de Providence se apoderó de algunos elementos de los seres monstruosos que aparecen en las narraciones de Machen, y los llevó a la cumbre del horror cósmico; ambos escritores son genios a la hora de describir matices misteriosos y terrores que nos esperan en las encrucijadas de caminos perdidos en los montes, en el caso de Lovecraft sus montes y cumbres están en lugares fantásticos que poblaban su maravillosa mitología, el cine fantástico y de ciencia ficción se ha nutrido mucho de ella. Machen, en realidad, deja de ser preciso cuanto más nos acercamos al monstruo, hace que nuestra mente proyecte cosas, pero no son cosas claras, sino leves matices de algo muy grande que no puede ser elucubrado.
Sus personajes son criaturas que se transforman en algo feo, en algo monstruoso; o por otro lado, son almas atormentadas por un hecho inexplicable o por un pasado oscuro. En realidad, esto como lector te fascina, se sucede en la lectura una suerte de investigación de lo fantástico que se entremezcla con lo cotidiano, la sub-creación está servida en un plato atrayente, es una tentación muy fuerte que te hace sucumbir. La paradoja que separa la atracción por lo feo, por el monstruo es fascinante, nos da miedo pero queremos verlo, queremos comprobar cuál es su naturaleza; esto posee una importante convicción y una gran fluidez artística para el escritor, Machen supo verlo y apreciarlo, y con ello ofrecernos su particular visión del horror literario, que por otro lado, aún sigue vigente, cine y literatura viven intrínsecamente unidos, por fortuna para los admiradores de este género que deseamos que estas obras sigan nutriendo las bibliotecas del mundo. Es un género fundamental en la Literatura.
El relato más famoso de las narraciones de Machen es El Gran Dios Pan, que trata de un singular y terrible experimento y sus consecuencias. Relato impresionante y extraño, con ese comienzo en un laboratorio oculto en una casa que marca la percepción de la narración desde el principio, y que conduce hasta el horrible Pan, poseedor de una impresionante y monstruosa presencia que sobrevuela todos los sucesos que van aconteciendo, hasta llegar a transformaciones humanas que llevan hasta lo primitivo de la vida. La forma de contarlo, original en su esencia, hacen de él un cuento maravilloso y diferente. También hay otras narraciones que a mí me has encantado especialmente y que merecen una atención especial como es por ejemplo, El Pueblo blanco; aquí Machen alcanza una atmósfera de gran valor artístico, su predilección por el bello patrimonio céltico y por las ruinas de la región de Gwent, llenan su trasfondo: aquelarres de brujas, bosques sombríos y lugares solitarios…, todo ello al servicio de la trama para darle a los acontecimientos de este cuento un cariz de misterio fantástico inigualable. Aunque a decir verdad, la narración que a mí personalmente más me ha fascinado ha sido La pirámide resplandeciente, en el que una extraña simbología hecha con pedernales da comienzo a un misterio que se enlaza de algún modo con la extraña desaparición de una bella muchacha de una región de campo donde la descripción de bosques y montañas se alterna con el curso de la narración creando un pulso que te mantiene en vilo hasta el final.
En definitiva, en estos bellos e inquietantes relatos te adentras con los personajes en una acción que muchas veces sucede en bosques que parecen hallarse en un mundo paralelo y fantástico poblado de seres extraños y malvados. Como bien lo definía Lovecraft: Machen es un adalid del misterio medieval de bosques tenebrosos y costumbres antiguas. Sin ninguna duda, es una lectura totalmente recomendable.
Por Reyes Lucena
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