Últimamente, el movimiento de las tallas grandes body positive ha tenido un auge, pero a su paso, ha causado confusión y controversia.
El body positive tiene como fin ayudar a las mujeres a sentirse mejor y amarse como son, y darse cuenta de que son igual que cualquier mujer, y no solo se trata de mujeres curvy o de talla grande.
Sin embargo, ha sido criticado muchas veces porque no conocemos la distinción entre curvy, talla extra grande y obesidad.
Sobre todo, lo que debemos tener en cuenta, es que el problema del exceso de peso es algo serio y saber que hay tallas grandes no es la solución a este problema de salud.
Las mujeres curvy son aquellas que no tienen sobrepeso, sino que simplemente tienen complexiones más grandes, como cadera y muslos anchos. Las modelos talla 42 a 46 suelen ser consideradas “talla grande”, pero esto no quiere decir que tengan sobrepeso o sean obesas.
Esta confusión simplemente se trata de criterios o estándares de belleza que por mucho tiempo han sido representados por los medios de comunicación, y que han causado estragos en la psicología de muchas mujeres.
Ahora, de acuerdo con la nutricionista Lucía Martínez Argüelles, dentro del mismo movimiento curvy, hay mujeres con claro sobrepeso u obesidad que, desde un punto de vista sanitario, no pueden ir en el “mismo saco que a las anteriores, aunque todas sean curvy o talla XL”.
Es por eso que ella dice que no es lógico llamar a una mujer curvy o talla grande sólo por usar pantalones talla 42 o más, si su peso es saludable, ni tampoco es lógico pretender que la obesidad sea solo un problema estético.
Mientras que ella afirma que los cánones de belleza sí deben ser modificados, señala que conseguir que las tiendas de moda low cost amplíen su rango de tallas no es lo único que tenemos que hacer.
Ni mucho menos ocultar un problema de salud pública con campañas de marketing que, finamente, no buscan incluir, sino consumir.
Por otra parte, la “gordofobia o discriminación por motivos de peso corporal es infinitamente más cruel con las mujeres”, por lo que la presión estética suele ser más intensa con las mujeres.
Como conclusión, no todas las mujeres son curvys, la obesidad es un problema serio que necesitamos atender a nivel país, porque conlleva muchos otros riesgos sanitarios, y la gordofobia, como lo cánones estrictos de belleza para las mujeres necesitan ser erradicados urgentemente.
Mantengamos el body positive en serio y definido, para que no se vaya a ese enfoque frívolo que tanto critican.
*Con información de El país