El cine de terror, ese género tan discutido y en el que parece imposible complacer a todo el mundo en una misma película. Cada uno tiene sus propios miedos y temores, lo que lo hace aún más subjetivo. Mientras unos disfrutan pegando brincos momentáneos con "jumpscares" y "screamers", otros disfrutan de la angustia y la ambientación. Unos temen más que un asesino en serie, de carne y hueso, puedan entrar de noche en sus hogares; otros, que un demonio se apodere de sus alma o se les aparezca un espíritu sediento de sangre. Yo, soy de los que prefieren las historias agobiantes y que juegan con la mente. Por eso, cuando vi "Soy la bonita criatura que habita esta casa", me alegré de por fin ver una pieza de terror de mi agrado.
De la mano de Netflix, esta película de título no sencillo de recordar llegó a finales del pasado octubre. La historia nos habla de Lily, una enfermera de cuidados paliativos, que es contratada para cuidar de Iris Blum, una escritora de relatos de terror, en su propia casa. Si queréis una experiencia completa de la película esto es todo lo que debéis saber. La historia es sencilla y, sin embargo, no necesita complicarse. La esencia de esta película es lo que genera desde esa aparente simplicidad. Los encargados de engordar el contenido son Ruth Wilson (interprete de Lily) y Oz Perkins (director de la obra).
En cuanto a la actuación de Ruth Wilson poco podría más que aplaudir. La inmersión que realiza en su personaje en completa. Nos encontramos con una enfermera que debe estar las 24 horas del día metida en una casa, sol, junto a una anciana un tanto demente, y sin visitas. Esto se nos muestra a través de retazos de locura de Lily, que no hacen más que ayudar a la creación de congoja y malestar que,personalmente, tanto disfruto. No obstante, quien se lleva la palma es el director, Oz Perkins. El cariño con el que trata cada toma es lo que nos hace llegar escenas tan pulidas. La imagen nos transmite incertidumbre colocando a los actores en lugares del plano cuanto menos desconcertantes. Los travelings de la cámara jugando con el propio escenario de la casa son geniales y ayudan a la atmósfera del metraje.
La película no es perfecta, he de admitirlo. Es demasiado tremendista y esa búsqueda de lo enigmático hace que peque de esotérica en muchos momentos. La escasez de diálogos se suple con monólogos que llegan a ser demasiado reiterativos por su pretensión filosófica. Y, como he dicho en la introducción, muchos se cansarán esperando el brinco en el sofá que nunca llega.
"Soy la bonita criatura que habita esta casa" no es la obra definitiva de terror, pero de vez en cuando es agradable una brisa de aire diferente. Si te gustan las películas con buena ambientación, que crean tensión (y no por su discurso), quizás disfrutes de esta obra diferente a todo lo que llevamos de año.
Diego Gozalo Pascual / @DieGozalo97
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