El viernes 13 de Enero era una fecha señalada en la cartelera española. La La Land o La ciudad de las estrellas cómo ha sido titulada en castellano por fín llegaba a la gran pantalla, y aunque debutaba con más películas, estoy seguro que hubo pocas entradas vendidas que no fueran para ver el músical. La La Land llega con una promoción tremenda, una de las más ferozes que recuerdo en los últimos años, pero no sólo llega con promoción, si no con éxitos consumados. Arrasó en críticas desde su estreno en el festival de Toronto allá por Septiembre de 2016, y por el camino no ha aprado de cosechar éxitos acabando, de momento, con su éxito masivo en los Globos de Oro, siendo premiada 7 veces, haciendo pleno en todas las categorias en las que estaba nominada.
Con esta carta de presentación, poca promoción le hace falta, pero ésta también ha ayudado a que la espera hasta su estreno se haya convertido en una dura travesía.
Por fín el viernes pasado esta espera quedó en el olvido, y personalmente, fue un día un tanto extraño con una mezcla de sensaciones. Por un lado, ansioso por ir al cine y poder disfrutar de sus más de dos horas de metraje, pero por otro lado, sabía que era el día en el que ese gusanillo que tenía en el cuerpo durante los anteriores meses, iba a desaparecer. Y es que en la vida, es muy importante el final de algo, pero creo que es igual de importante el camino hasta llegar a ese algo. En el caso de esta película, meses de esperas con pequeños clips, canciones y un trailer, Dreamers repetido una y otra vez hasta la saciedad. Esto unido a la presencia de mis dos actores preferidos del momento y a la mezcla del cine y la música, la hacían una película irresistible.
Prometía mucho y cumple, La La Land está a la altura de las expectativas.
Cómo he dicho anteriormente, el musical ha contado con una de las promociones más ferozes de los últimos años, convirtiéndola así en la película más esperada de la temporada.
Desde la primera escena demuestra el porque de tanta expectación. Y es que lo que nos muestra Damien Chazelle, el jovencisímo director estadounidense no es nada nuevo, pero sí algo novedoso, un musical en pleno siglo 21. En varias entrevistas ha hablado sobre ello y ha dejado claro que su película ha bebido mucho de los clasicos músicales, y es que creo que La La Land no deja de ser un clásico, podríamos denominarlo cómo clásico moderno.
Empezamos con una escena músical brillante, que nos dibujará una sonrisa de la que no podremos deshacernos hasta el final de la película.
La primera hora de película es brillante, una mezcla de humor, amor, comedia y recital de interpretaciónde la pareja de actores ( la quimica entre ambos deslumbra en cada escena que comparten).
Toda la historia gira en torno a los dos, Emma Stone interpreta a Mia, una joven camarera cuyo suño es convertirse en actriz de Hollywood. La vida y miles de fracasos en audiciones la han llevado a, en parte, desisitir de ellos, pero vuelve a conseguir esa ilusión gracias a Sebastian.
Sebastian es un pianista amante del Jazz, cuyo único objetivo en la vida es crear su propio club, para así mantener esta música viva.
Interpretado por un magistral Ryan Gosling, la pareja conencta desde el principio con encuentros casuales a la par que cómicos. Sus encuentros y miradas mágicas hacen que no puedan resistir el verse, parece que sus encuentros están destinados para arreglar sus vidas, y los espectadores no podemos resistirnos a soñar junto a ellos.
La película avanza por un cauce amoroso, pero sin dejar de lado uno de los temas principales de la película, la ambición de ambos personajes por llegar a la cima de sus respectivas carreras.
Después de esta hora inicial, llega un tramo un tanto lento y a mi juicio falto de números musicales. Un tramo en el que la historia se centra en las ambiciones de ambos, la pareja se separa y vemos cómo el argumento pierde un poco de fuelle. La película cambia de rumo con una facilidad poco entendible. Es verdad que se encuentra la presentación de City of Stars tema principal de la película y precioso, por cierto, pero la falta de ritmo y cambio de rumbo de la cinta son palpables. La película remonta, y vuelve al tono espectacular que nos muestra al pricipio, llegando así a un apoteósico final. A pesar de esto la película es tan buena y nos obliga a sentir tantas emociones, que no recordaremos que tiene un pequeño tramo de bajón, lo único que recordaremos son su espectacularidad, los planos arriesgados y juego de luces del director, utilizandolos de manera brillante durante toda la cinta. Y el final, recordaremos el final durante el resto de nuestras vidas, por que no dejará a nadie indifirente, Chazelle arriesga, y gana, ahora y en el futuro, ya que La La Land será recordada por todas sus virtudes y sus excasos defectos.
La importancia de los actores y el director en La La Land.
A parte de la trama, creo que es importante pararse y hablar de los actores y el director.
Damien Chazelle sabe escribir y dirigir. Parece una obviedad, pero es muy complicado que con tan sólo 31 años haya logrado escribir y dirigir Wiplash (2014) y ahora esta preciosa historia. El mundo es para los que arriesgan, para los que tienen una idea y mueren con ella, sin miedo a lo que los demás digan. A los 3 años les dije a mis padres que quería hacer cine, dijo Chazelle en la gala de los Globos de Oro, lo demuestra con cada trabajo y en La La Land da rienda suelta a todo su talento. Me quedo con una frase de la película en la que Mia le dice a Sebastian, La gente ama lo que a una persona le apasiona. Creo que esta afirmación define el éxito de Chazelle y de la película. Nos muestra su pasión por el cine y la música, y a nosotros, no nos queda otra elección que amar su obra.
Todo esto aunque desde otro prisma diferente se podría decir de los dos actores. (Ambos debilidad personal).
Emma Stone es una de las actrices del momento, y se va a convertir, si no lo ha hecho ya, en el exponente más alto del hollywood actual. Su sencillez, su cercanía, su naturalidad y humildad, a parte de su talento, la hacen ser una persona que conecta con el espectador. Lleva una carrera brillante, desde pequeños papeles hasta películas consagradas la hacen una magnífica actriz. Pero que Emma se preste a bailar, cantar, se arriesgue a realizar un musical con lo que todo ello conlleva, es digno de aplaudir. La crítica lo ha hecho en forma de premios, y ya tiene el Globo de Oro en su poder, y la segunda nominación a los Oscars, en camino.
Ryan Gosling, que vamos a decir de Ryan, el actor e icono masculino del momento. Le sale todo bien, desde que su carrera despegará en 2010 con Blue Valentine y se consagrase con Drive, se ha convertido en un sinónimo de calidad, un actor consagrada y referente en la industria. Pero por si esto no valiese, decide adentrarse en la idea de un musical junto a su pareja fetiche actoral (Emma y él han rodado ya tres películas con ésta juntos).
Esto se nota, la química que tienen y su buena relación que mantienen fuera de la pantalla se traslada al cine , y crean junto a la música, los bailes, junto a escenas brillantes, junto a planos de cine clásico y a una escenografía que imita una época pasada, un ambiente y una película mágica.
Otro aspecto a destacar es la banda sonora, temas como Another Day Of Sun en el comienzo, Someone in The Crowd y City of Stars no se te irán de la cabeza al salir del cine.
A destacar A lovely Night una canción menor que las anteriores, pero que a mi juicio, suena y es interpretada en una de la mejor más bonita y singnificativa escena de la película.
Poco más que añadir, sólo lo que dijo Emma Stone cuándo recogió su Globo de Oro, La La Land es una película para soñadores, y hay que dar las gracias a cada miembro de esta película por hacernos salir de la sala alegres con esperanza y felices, en definitiva, por hacernos soñar con el Cine gracias a esta Obra Maestra.
Por Gonzalo Ruiz
"La La Land (Ciudad de las Estrellas)" por Fernando Rodríguez
El año en cuanto a cine empieza de la mejor forma posible. Con "La La Land" nos encontramos con una película muy cuidada y llena de energía. Una obra dedicada a los soñadores, donde vemos a dos personas que luchan por sus sueños.
Damien Chazelle nos regala una cinta que está perfectamente dirigida. Llena de planos que pasado los días aun se te quedan grabados en la retina. La fotografía es preciosa y aprovecha muy bien los escenarios y los numerosos colores que hay en los planos.
Las canciones son un eje clave en esta película. No solo por ser bonitas y con unas coreografías increíbles. Más bien por la información que aportan a la historia. Además esta película es todo un homenaje al cine de los años 50 y a la música jazz (esto último como paso en Whiplhash).
El dúo formado por Emma Stone y Ryan Gosling, es un dúo lleno de química y pasión. Ambos en sus respectivos roles están perfectos. L aLa Land es un viaje de soñadores donde desde el minuto uno ya estas metido. Viviendo sus alegrías y tristezas y cogiendo mucho cariño a ambos personajes.
Puntuación: 10/10