“Mientras más alto subo, más me acerco al cielo”, dijo la pequeña al periódico American-Statesman.
Montannah se preparó en las colinas de Texas y a su corta edad, ya es una triatleta, nada y corre, además de jugar futbol y básquet, y su madre no se queda atrás, pues también es una triatleta.
El entrenamiento fue largo, confiesa la niña, pero cuenta que a veces sus amigos la acompañaban y que también su mamá solía ponerle problemas matemáticos con los signos de lo lejos que habían llegado y hasta dónde tenían que llegar.
Kenny se quedó a poco de ser la persona más joven en haber subido el monte, pues el récord lo tiene un niño más joven que ella por solo 41 días.
Para su madre, la hazaña fue mucho más que solo romper un récord: “Soy la única de sus padres con vida y soy una madre mayor, por lo que quiero construir estos increíbles recuerdos con mi hija”, dijo Hollie Kenny a ABC News.
Así que madre e hija, ambas pusieron en claro lo que significa subir una montaña “como niña”.