Clavelitos

claveles paris



«Mocita, dame el clavel,

dame el clavel de tu boca

para eso no hay que tener

mucha vergüenza ni poca»

Creo sinceramente que lo de comprar flores para la casa es algo que se está perdiendo (si es que en algún momento ha habido costumbre de hacerlo) pero me da igual, yo salgo cada dos semanas (que es lo máximo que consigo que sobreviva cualquier flor. Epic win) y compro un ramo en el mercado (porque no queréis saber cuánto cuestan los ramos de flores en las floristerías de París, de verdad, NO QUERÉIS).

Esta vez he comprado claveles, oeillets de Nice, porque estoy harta de tener margaritas (o lo que sea esto) en casa, y no voy a comprar tulipanes, OBVIAMENTE. Además me recuerdan un poco a la Tuna y a España. Y bueno, bien, porque lo echo de menos. (A la Tuna no, digo).

claveles paris




P.D.: Sí, he escrito este post escuchando Clavelitos. Una versión de la Tuna, no la de Joselito, porque soy patética PERO NO TANTO. Hay que quererme así.

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