Con el tiempo cambiamos de horario y cerrábamos las discotecas en las que bailaban gogos semidesnudas y se hacía alguna que otra porno-party a la que nunca asistíamos.
Mi recuerdo de aquella época eran las luces, la gente guapa, vestida a la moda, la buena música Un recuerdo del que guardo cariño porque era una auténtica pardilla. Nunca lo vi como puterío y drogas, cosas que por supuesto ocurrían.
Es lo “bonito” de la vida, que cada uno vive las cosas de una manera u otra, y eso determina los recuerdos y la persona en la que te conviertes.
Me pregunto si podría seguir cultivando ese “agradable” recuerdo de juventud si fuera a las discotecas de moda de hoy en día. O si me daría auténtica vergüenza pensar que yo llegué a ir ahí.
En lo que llevamos de año varias noticias han saltado a los medios por la publicidad y promociones que lanzan algunas de las discotecas de nuestro tiempo. Publicidad que tachan de sexista, en la que la discoteca parece convertirse en un mercado sexual donde lo que se venden son chicos y chicas de plastico.
Yo quería lanzaros una pregunta: ¿es la publicidad de las discotecas un reflejo de la juventud, de las personas que pagan por entrar en ellas sábado tras sábado?
Ahí lo dejo.
Entrada y copa gratis en la discoteca Bailódromo Caña Dulce de Barcelona para todas aquellas mujeres que acrediten que acuden al recinto "sin bragas".
La publicidad sexista de una discoteca de Murcia provoca el escándalo.
Granada expedienta a una discoteca por publicidad sexista de la fiesta de San Golfín.
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