El ingenioso producto está hecho de algas marinas y material 100% natural más fácil de compostar, desechar o incluso comer. El envase de esta botella mantiene su forma mientras tiene agua, pero una vez utilizado comienza a deshidratarse y se desintegra. Característica que es posible gracias al agar-agar, una sustancia gelatinosa de origen marino.
La botella biodegradable Agari
Su creador, el estudiante islandés Ari Jónsson, formó parte de un proyecto de diseño que buscaba encontrar el sustituto ideal a los plásticos, y al mismo tiempo cuidar del planeta. Ari leyó que el 50% del plástico solo se utiliza una vez y luego se tira, así que sentía una necesidad urgente de encontrar alternativas al plástico para reemplazar parte de la ingente cantidad de este material que fabricamos, usamos y desechamos cada día.
Ari Jónsson, creador de Agari
De momento el proyecto continúa en desarrollo. Para su producción cuenta con la ayuda del Centro de Investigación Islandés y la empresa de ingeniería biomédica Össur. Eso sí, Jónsson no asegura que su sabor vaya a satisfacer mucho a los consumidores; la botella en cuestión aportaría cierto sabor marino al agua.
Veremos cómo acaba la cosa y si el proyecto llega a buen puerto. No deja de ser una gran idea para decir adiós al dichoso y peligroso plástico. Y tú, ¿cuánto estarías dispuesto a pagar por una botella Agari?
La botella está hecha de algas marinas y material 100% natural