Durante una entrevista para el sitio LGBTQ+, el escritor de la exitosa serie confirmó que ambos personajes eran una pareja como cualquier otra, pero de revelarlo en su momento, la polémica entre la audiencia infantil (y los papás) la polémica no se haría esperar.
“Recuerdo que una vez en una columna de The San Francisco Chronicle, un niño volteó con su mamá y le preguntó, ¿Beto y Enrique son amantes? Y eso viniendo de un niño de preescolar, fue divertido. Así que cuando escribía de Beto y Enrique, cuando pensaba en ellos, eran pareja. No tenía otra forma de contextualizarlos”, explicó.
Además relató que la historia de los personajes estaban inspirados en su propia relación con su expareja Arnold Glassman, quien falleció en 2003.
“Yo era más como Enrique, el bromista y caótico. Mientras que Arnold, como editor de cine, era ordenado. Llevé a esa dinámica a los personajes”, mencionó.
En 2013, la revista estadounidense The New Yorker capturó a los personajes de Plaza Sésamo, en una escena tan tierna como íntima, pues los retrató esperando el fallo de la Suprema Corte de Estados Unidos a favor de los derechos de las parejas gay.