En el Editorial del Semanario Desde la Fe, organismo de difusión de la Arquidiócesis, se explicó que se entiende la situación económica por la que atraviesan los mexicanos, por lo que no es necesario donar el diez por ciento de los ingresos.
"La Iglesia sabe de las dificultades, tareas y responsabilidades ordinarias de cada fiel cristiano, por ello, insiste en una colaboración especial en la medida de sus posibilidades.
Al menos un día del salario que se percibe o un día de las ganancias obtenidas en el comercio o en la empresa. Y siempre desde la generosidad del corazón, que agradece a Dios todos sus beneficios”, se explicó en el Editorial.
Se detalló que técnica y literalmente, el Diezmo corresponde a la décima parte de los ingresos, los que deben ser ofrecidos en honor de Dios, para apoyar las actividades eclesiales y apostólicas.
La Arquidiócesis detalló que las aportaciones son destinadas a las obras de apostolado, iniciativas de caridad y solidaridad, promoción vocacional y el sostenimiento de sacerdotes en activo
Pero, además, se justificó en el Editorial de Desde la Fe, que también es destinado para atender en su vulnerabilidad a sacerdotes mayores que han destinaron su vida a la institución, entre otras.
Para dar a conocer una parte de esos trabajos, en la edición de Desde la Fe de este 5 de enero se presentaron casos de los sacerdotes eméritos y de su importancia para la Iglesia Católica.
"El Diezmo es una oportunidad especial de calibrar la seriedad con que asumimos nuestra fe, que no sólo consiste en esperar recibir de Dios bendiciones medidas en abundancia material, sino en corresponder, apoyando a la Iglesia para que realice el plan de Dios en el mundo con nuestro servicio y con nuestros bienes materiales que sostienen, respaldan y hacen posibles tantas obras sociales”, se indicó en el texto de Desde la Fe.