Por suerte los británicos tienen autocontrol, y el hecho de contar con tan pocos capítulos y de apenas treinta minutos, hacen que ver la serie al completo no suponga más de nueve horas, una inversión de tiempo ridícula teniendo en cuenta su calidad interpretativa, y sobre todo la de unos trabajados e ingeniosos guiones que encuentran el punto medio entre la comedia y el drama, más de lo segundo que de lo primero todo sea dicho, y que se desarrolla con el mínimo de lógica y naturalidad exigidas para resultar creíble. Así que si no la has visto, aprovecha ahora que puedes hacerlo del tirón, por nuestra parte seguro que repetiremos algún día.
Mi puntuación Temporada final: 6/10
Mi puntuación Serie completa: 6/10