Y continuó: "Las preocupaciones, los pensamientos negativos, los rencores, el resentimiento, son como el vaso del agua. Si piensas en ellos un rato, no pasa nada. Si piensas en ellos todo el día, empiezan a doler. Y si piensas en ellos toda la semana, acabarás sintiéndote paralizado e incapaz de hacer nada".
¡Acuérdate de soltar el vaso!
Vaso de agua