1. Los Cuentos de la Calle Broca
Esta caricatura nos daba una lección de vida a través de los cuentos del señor Pierre. Cada historia era una fantasía con brujas, objetos parlantes y ogros, pero siempre con una moraleja.
2. Babar
El elefante que aprendía a convertirse en rey nos mostraba lo difícil que podía ser la vida humana. Siempre acompañados de un piano que armonizaba las aventuras de la realeza.
3. Ernesto el vampiro
¿Con qué podría estar soñando un vampiro? De esto trataba la vida del pobre Ernesto, que se iba a dormir en su ataúd y en sus sueños se enfrentaba a sus peores miedos.
4. Los Snorkels
Los Snorkels era una especie de Atlántida adorable. En sus cabezas tenían un esnórquel que les permitía respirar dentro del mar.
5. Conde Pátula
Otro vampiro que hacía del terror, una comedia. El Conde Pátula era una parodia de la vida de Drácula, pero éste se metía en problemas y hacía uno que otro berrinche.
6. Capitán Cavernícola
De Hanna-Barbera, esta caricatura era la preferida de los Picapiedras bebés. Incluso se creo un videojuego a principios de los 2000.
7. Los Moomin
Los Moomins eran más conocidos, casi tanto como Pingu, y nos hipnotizaban con sus historias de amor y familia, replicando las ideas de la escritora finlandesa Tove Jansson.