Casi siempre os recomiendo lugares que visitar por Europa, básicamente porque es lo que más conozco. Pero hoy nos iremos al otro lado del Atlántico para conocer un poco un país que me tiene muy enganchada últimamente, Cuba. Y no es para menos, es un viaje que si se puede, hay que hacer una vez en la vida. Para que no os lo tengáis que pensar mucho, os voy a dar 10 razones para visitar este magnífico país.
1. HACER UN VIAJE EN EL TIEMPO
Viajar a Cuba es como retroceder en el tiempo 50 años atrás. Debido a la dura situación que ha atravesado el país y su gente por el embargo económico y comercial de EE.UU, carecen de muchos elementos del mundo moderno en el que todos estamos acostumbrados a vivir. El acceso a internet es muy limitado, los coches son auténticas reliquias, y las cadenas americanas de comida rápida brillan por su ausencia (ni falta que hacen). Por eso Cuba es auténtica y tiene sabor propio.
2. DISFRUTAR DE LAS MEJORES PLAYAS
No puedes dejar de ir a visitar alguno de sus cayos más increíbles como Cayo Largo del Sur en el mar Caribe o Cayo Coco y Cayo Guillermo entre otros, al norte de la peninsula en el Atlántico. Sus playas paradisíacas de aguas cristalinas y un mar turquesa de fondo te dejará sin palabras. Las playas de arena blanca con palmeras inclinadas de postal existen y son reales. Para verlas... hay que ir a Cuba.
3. BUCEAR EN BAHÍA DE COCHINOS
Y siguiendo con las playas, las mejores de la peninsula se encuentran al sur de la provincia de Matanzas, más exactos en el cabo de la bahía de Cochinos. Pero el punto fuerte es sin duda el buceo, ya que cuenta con una bahía donde hay una caída a apenas 30 metros de la orilla, por lo que no es necesario usar una embarcación para llegar, y se prolonga a lo largo de 30 km. Este fenómeno ha creado una pared con coral incrustado de 300 metros de altura. Ahí es nada. Además suele haber una visibilidad de 30-40 metros, lo que hace el doble de emocionante la experiencia.
4. SENTIR LA MÚSICA EN LA CALLE
Cuba sin la música y la danza, ya no sería igual. Su población proviene de dos culturas totalmente diferentes, una mezcla de los europeos que colonizaron el Caribe y los africanos que fueron llevados como esclavos, guitarra española y tambores fusionados. Con el paso de los años, han creado una mezcla rica y vibrante que baila al compás de la rumba, la salsa, el mambo y el chachachá. No es nada raro encontrarte grupos tocando y bailando en cada rincón, lo raro es que no te den ganas de unirte a sus pasos.
5. DELEITARSE CON SUS PALADARES
Una forma muy original de conocer la gastronomía cubana es comiendo lo que cocinan los propios residentes en sus casas. Os preguntaréis como hacerlo si no tenéis a ningún conocido allí... ellos mismos te abren las puertas de sus casas y montan su pequeño restaurante en el salón. Se conocen como Paladares, y es ni más ni menos que pequeños restaurantes de tres o cuatro mesas montados en las casas particulares. No sólo son muy económicos si no que además se come de maravilla y podrás probar comida auténtica del país.
6. CONTACTAR CON LA NATURALEZA
El paisaje cubano cuenta con una biodiversidad tremendamente variada para sus 1250km de largo, donde se disfrutará de montañas, cuevas, llanuras, mogotes y por supuesto de playas de ensueño. Debido a su ubicación en el límite de las placas norteamericana y caribeña, los movimientos tectónicos han ido moviendo la isla, creando acantilados en el norte y manglares en el sur. Este último se trata del parque natural de Montemar, donde se encuentra la Ciénaga Zapata, la reserva natural más importante de la isla. Allí se podrá apreciar la gran variedad de especies de animales que viven en Cuba, desde una extensa variedad de aves tropicales, como cocodrilos y caimanes, o una infinidad de flamencos rosas.
7. SABOREAR LOS COLORES DE LA HABANA
La capital del país es tan bella como destartalada y es que sus fachadas de diferentes colores y todas desconchadas forman parte de su encanto. En una guía leí que la ciudad es como un príncipe vestido de harapos y no encuentro descripción más acertada. Toda una joya vintage a la vista, llena de color gracias a sus coches antiguos cuidadosamente restaurados y las casas particulares pintadas como si formasen un arco iris.
8. BEBER EL AUTÉNTICO MOJITO
Y como no, uno de los requisitos indispensables en esta lista es por supuesto probar el AUTÉNTICO mojito cubano, el de verdad y con ron Havana. Dicen que no tiene nada que ver a lo que estamos acostumbrados aquí. Si bien su origen es en la famosa Bodeguita de en Medio, también es uno de los lugares más caros de la Habana. Hay alternativas mucho más económicas e igualmente auténticas para disfrutar de un buen mojito, pero que duda cabe que al menos uno hay que tomar en la Bodeguita.
9. DESCONECTAR DEL RESTO DEL MUNDO
Viajar a Cuba tiene que ser sin duda una forma de desconectar en todos los sentidos, de internet, del trabajo, de la rutina y sobre todo del estrés al que la civilización moderna estamos sometidos. Allí uno tiene que ir a relajarse y sobre todo disfrutar. Disfrutar de la calma en los cayos, de los colores en Trinidad, de los sabores en La Habana, de la música en Santa Clara, del silencio y la paz del Valle de Viñales y de las puestas de sol en el Malecón. Allí se toman la vida con calma, ¿qué mejor forma de integrarse que hacer lo mismo?
10. LLEGAR ANTES QUE LOS AMERICANOS
Ahora que EE.UU y Cuba están estrechando lazos y han abierto el turismo a los estadounidenses, no queda mucho para que "invadan" el país con su cultura que todo lo contagian a la velocidad de la luz con sus productos, sus marcas y su modo de vida consumista. Ya se nota la subida de los precios en el sector turismo, y esto sólo acaba de empezar. Así que antes de que todo esto ocurra y comiencen a abrir Mc Donalds en las playas y KFC en la Habana Vieja, ¡viaja a Cuba! Yo ya tengo mis billetes de avión para ir en unas pocas semanas ;-)