Si fuéramos menos dispersos sabríamos apreciar el talento en cualquier lugar, pero la realidad es que no ocurre así. Aunque hay decenas de artistas callejeros raras veces nos detenemos a contemplar lo que hacen pues muchas veces damos por hecho que eso que realizan cualquiera lo podría hacer.
Precisamente con este tipo de personas ha tenido que lidiar Toni Marco Soriano un artista callejero que no vende ni un cuadro porque la gente cree que no valen nada, pero su hijo cree todo lo contrario y está tan orgulloso de él que compartió su historia en sus redes sociales.
Mi padre, con 57 años, parado y expulsado del tejido laboral, hace estos dibujos cuando se aburre, todos hechos a mano, no hay dos iguales. Dice que no los vende porque no valen un duro, pero yo estoy orgulloso de él, escribió en su cuenta de Twtter el hijo de Toni, quien además se llama igual que su padre.
Para sorpresa de padre e hijo, los dibujos que parecen no valer nada en la calle, fueron bien apreciados en redes sociales. La mayoría de los cibernautas consideraron que el trabajo de Soriano era más que extraordinario.
De hecho, hubo muchos que invitaron a don Toni a seguir por el camino del arte y otros más que ofrecieron dinero y ayuda para vender estos cuadros, además también hubo ofertas para que este artista menospreciado expusiera sus dibujos urbanos en una galería.
No cabe duda que las benditas redes sociales son una maravilla, ojalá Toni venda sus cuadro o mínimo pueda exponerlos para que más gente conozca su esplendida forma de dibujar.
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