El Romanticismo comenzó en Europa en el siglo XVIII. Fue un movimiento artístico, intelectual y literario que dio forma al comienzo de la Revolución Industrial. El movimiento hizo hincapié en una experiencia estética y en los sentimientos que ésta generaba, identificando nuevas emociones como la ansiedad, el temor, el terror y el horror.
El Trascendentalismo también se inició durante este período. El término se acuñó a partir de la filosofía “trascendental” de Immanuel Kant. El pensamiento de los trascendentalistas se caracterizaba por una fuerte fe en el poder de la divinidad, la naturaleza y el individualismo. Sin embargo, estas creencias también se relacionan con las de los románticos. Por otra parte, los trascendentalistas creían que Dios era el centro del universo y que era a él a quien se debía de guardar todo respeto y reverencia.
Ralph Waldo Emerson fue uno de los trascendentalistas más populares, incluso ahora. Él cree que la sabiduría y la autorrealización son las claves para el crecimiento. Este concepto también se relaciona con el bien y el mal. La falta de crecimiento de uno mismo y el terror entre nosotros genera el mal, mientras que la felicidad y la generosidad conllevan a realizar buenos actos. Los románticos también creían en algunos de éstos concepto, Sin embargo, destacaron el poder del bien en la prevención del mal.
Tanto el Romanticismo como el Trascendentalismo siempre han sido movimientos apreciados sobre todo, en el aspecto literario. Pudieron haber sido olvidados debido a la expansión de las ideas y la modernidad contemporánea. Ambos movimientos se inspiran en la exaltación y búsqueda de algo más allá de lo físico; algo externo a partir de la percepción humana. Durante la segunda mitad del siglo XVIII, éstas eran las ideas imperantes.
El Romanticismo abarca categorías estéticas como las artes, la literatura y la música. Sin embargo, no podemos negar que gran parte de los románticos se inspiraron en los modelos ideales clásicos. También exploraron las ideas de lo extraño, la exquisitez y lo exótico; las cuales representaron a través de sus oficios ( la escritura o la pintura ). Por el contrario, los trascendentalistas creían en una filosofía de refinamiento pero que todavía se conectaba a motivos sensuales. El Trascendentalismo también hacía referencias a motivos religiosos, a la espiritualidad interior y a la esencia del hombre en la defensa de la naturaleza como algo puro y divino.
Diferencias clave entre Romanticismo y Trascendentalismo
El Romanticismo hacía hincapié en las emociones y sentimientos fuertes, centrándose mucho en el patriotismo y la lealtad. Por otra parte, los trascendentalistas ponían al conocimiento como eje central para lograr el crecimiento personal y trascender de este modo a un tipo de espiritualidad intelectual. También ponía de relieve el poder de la divinidad, la naturaleza y el individualismo.
Para el Romanticismo, son las emociones, lo sentimientos y la libertad lo que está por encima del crecimiento personal. Consideraban que las personas debían de actuar según lo que estuvieran sintiendo; mientras que el Trascendentalismo se centra en lo que está más allá, aquello que es externo a la percepción humana. Más allá del razonamiento y las normas tradicionales.
Los románticos no enfatizan el poder de Dios en el universo, pero los trascendentalistas creían firmemente en Dios y en los milagros.
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