Según informaron desde el Laboratorio, el producto dura entre 8 y 10 años, y permite borrar los graffitis con una hidrolavadora o un cepillado intenso. Este sistema, además, impide la fijación de suciedad o microorganismos como hongos, algas y líquenes.
El director del CIDEPINT, el investigador del CONICET Roberto Romagnoli, explicó que el desarrollo "está compuesto por dos revestimientos: una primera capa, que consiste en una pintura poliuretánica ecológica, la cual puede ser aplicada con pincel, rodillo o soplete y, en una segunda etapa, la película aplicada se cubre con un producto compatible y adherente".
Esta segunda capa “evita la adhesión permanente de los graffitis y se renovará luego de un lavado intenso con hidrolavadora, sólo en el lugar donde se ha producido el acto vandálico", indicó.
En tanto, Carlos Morzilli, uno de los técnicos que desarrolló la pintura, dijo que "si uno evalúa el costo de la pintura y su desempeño a largo plazo este sistema de pintado resulta económico por el ahorro en tiempo y la mano de obra, ya que pintar con este desarrollo significa que por 8 o 10 años no habrá que hacer más nada".
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