Recientemente he viajado a Alicante para conocer a mi sobrina y la verdad que la ciudad me ha decepcionado un poco por que me la esperaba muchísimo más bonita.
La culpa de que mis expectativas fueran tan altas es de mis padres y de mis hermanos que me habían hablado maravillas de la ciudad y yo me la imaginaba muchísimo más grande.
Esto no quiere decir que no me haya gustado, que en el viaje intensivo que he hecho he podido ver muchas cosas y todas me han encantado.
Hacía años que no pisaba por la playa del mediterráneo y me encantó ver el agua tan calmada y calentita lo digo por que a pesar de estar en febrero me animé a meter los pies y dentro de lo que cabe estaba calentita. Echaba de menos esa arena de playa de color amarillo intenso, acostumbrada a las aguas bravas y a la arena blanca de Portugal, que es donde suelo veranear y a donde me gusta escaparme cada vez que puedo.
Nada más llegar a Alicante puse los ojos en el Castillo de Santa Barbara y pensé que sería precioso subir, así que al día siguiente nos animamos y para allá que fuimos.
Dos horas de visita prácticamente entre subir y bajar y verlo detenidamente pero merece la pena, nosotros como tampoco conocíamos mucho Alicante como tal, empezamos a subir al castillo por un pinar y luego continuamos por la carretera, mientras vas subiendo ves como la ciudad queda a la derecha y tienes una vista panorámica tal que así:
y ya parece precioso de por sí, pero resulta que el espectáculo y las vistas no han hecho más que empezar.
Ni que decir tiene a estas alturas que me encanta la playa y tengo una obsesión por los puertos nada sana. Me encanta el agua en general, da igual que sea un lago, un mar, la playa o un río, me hipnotizan los paisajes y no sé si tiene algo que ver con esto la obsesión que tengo también por los puertos.
Cuando subes al castillo la verdad que está muy bien por que tiene plazas para aparcar, incluso una vez que llegas arriba si continuas más adelante tiene como otra especie de Parking, lo que es necesario ya que yo, fui un sábado en el puente de Carnaval y estaba lleno de gente, claro que a lo mejor eso tiene algo que ver...
Según vas visitando el castillo vas pasando por diferentes salas y exposiciones además de ir leyendo las explicaciones que tienen montadas, es una auténtica pasada, pero lo mejor del castillo son las vistas de las que disfrutas una vez que estás arriba.
Me parece una verdadera pasada de sitio, el estar allí es mágico, no sé si tengo el sentimiento a flor de piel por que se me juntó la visita con que tenía muchas ganas de ir, pero si vais a Alicante este castillo es una visita obligada.
¡Que paséis un buen Lunes!