En esta ocasión el inverosímil objetivo de Juan y su equipo nos lleva por situaciones que, mediante la vergüenza ajena y los sinsentidos, logran sonsacarnos unas cuantas sonrisas en cada uno de los siete episodios de aproximadamente media hora que componen esta entrega, donde la sátira política está más presente que nunca. Cabe resaltar que los secundarios habituales ganan protagonismo, y los pocos nuevos aportan lo justo y necesario para no caer en la reiteración, con una nueva trama que apenas alcanza su destino para simplemente sentar las bases de una segunda, tercera o primera temporada de otra "miniserie" con las mismas caras, aunque seguramente, con diferente título.
Mi puntuación: 5/10