Uzbekistán país ubicado en Asia central- certifica un “viaje seguro”, es el nombre de esta acción conformada en un decreto que ha firmado el presidente del país, Shavkat Mirziyoyev, y que incluye diferentes medidas sanitarias para garantizar la seguridad de sus turistas.
Algunos países se están esforzando en lanzar campañas para transmitir seguridad a los viajeros. La respuesta de Uzbekistán a la pandemia fue rápida y determinante, ya que el gobierno suspendió los vuelos, cerró las fronteras a los turistas e impuso medidas estrictas de cierre a mediados de marzo, cuando solo había un conjunto de casos confirmados en el país. Al momento de escribir este artículo, Uzbekistán ha registrado 84 muertes relacionadas con el coronavirus de una población de casi 33 millones de habitantes.
Uzbekistán, un destino turístico que busca crecer en el mundo post-COVID
Uzbekistán ha puesto en marcha una campaña para atraer viajeros de todo el mundo: confían tanto en que nadie va a contraer el virus que, si un turista se contagia le darán $3.000 dólares, es decir, casi 2.600 euros. “Viaje seguro garantizado” Sin embargo, para recibir esta compensación hay algunas condiciones.En primer lugar, es necesario que el turista explore el país con un guía local. Además de eso, los $3.000 dólares – (2.600 euros) se destinarán a cubrir los gastos médicos en un hospital uzbeko.
Según las nuevas medidas de higiene de Uzbekistán, los hoteles deben cumplir con ciertos estándares de salud y seguridad. Si un viajero está infectado en una de estas propiedades, el hotel deberá pagar las facturas médicas del huésped.
Aunque contarás con maravillas históricas como la ciudad de Samarcanda, Uzbekistán es aún un destino poco frecuente, a pesar de ello, en los últimos años ha ido aumentando el número de turistas que se aventuran a descubrir el país.
Esta campaña es una maniobra inteligente para transmitir seguridad a los potenciales viajeros preocupados por su salud y que además puedan haber visto sus ingresos afectados a causa de la crisis del COVID-19.
Otros países, como Camboya, toman políticas completamente opuestas
Varios países también están ofreciendo incentivos para fomentar la llegada de visitantes extranjeros y reactivar la economía.En la caribeña ciudad mexicana de Cancún se ofrecen a pagar la mitad de las estancias de hotel, alquileres de coches y descuentos en una selección de atracciones turísticas. Algo similar ocurre en la isla italiana de Sicilia.
Por contra, Camboya, que tiene una de las tasas de infectados más bajas del mundo y no ha registrado ningún fallecimiento por Covid-19, ha optado por una política completamente opuesta.
Pues, elige requerir a todos los visitantes que hagan un depósito de $3.000 dólares al llegar al país y que demuestren tener un seguro médico de al menos $50.000 dólares.
Según el Ministerio de Salud, las pruebas obligatorias de COVID-19 cuestan alrededor de $165 dólares, lo que incluye la prueba en sí, el viaje al centro de pruebas, la estadía en un hotel durante la noche mientras espera sus resultados y tres comidas.
Si su resultado es negativo, esto es todo lo que tendrá que pagar, Según Khmer Times, a los viajeros que den negativo en la prueba del COVID solo se les cobrará por el examen y se les reembolsará el depósito de coronavirus restante.
Aunque no desalienta exactamente el turismo, está imponiendo un precio bastante alto a unas vacaciones claramente ya costosas, todo debido por el COVID.
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