Me encanta lo tiernos y deliciosos que están, su olor... bueno, y aunque quede mal, me gusta comerlos con las manos y luego saborear el azúcar que quedan en los dedos, es un placer al que no me puedo resistir.
Y para acompañarlos, un buen café hecho en la cafetera de émbolo.
Para preparar este tierno y sabroso desayuno he necesitado:
Cuatro donuts glacé.
Paño de cocina blanco y verde de Ikea.
Cafetera de émbolo de Starbucks.
Café de Ecuador aromatizado con almendras.
Cuchara medidora de café de Starbucks.
Agua mineral.
Tazas y cucharillas.
Azúcar.
Bon appétit!!!