El mes pasado vinieron mis cuñados a verme y me trajeron unos regalos muy especiales con los que me di un homenaje disfrutando de este desayuno.
En febrero estuvieron en Disneyland Paris y se acordaron de mí en muchos momentos, como cuando estuvieron con Mérida, vieron a Alicia, o cenaron en el restaurante de Ratatouille. Algún día me gustaría ir con ellos, a ver si se puede la próxima vez.
Bueno vamos con el desayuno, para el que he necesitado lo siguiente:
Dos tazas Ikea diferentes siguiendo la tendencia de El sombrerero loco.
Dos cafés con espuma de leche.
Una fuente de cristal blanca.
Dos croissants.
Dos palmeritas.
Caja de galletas Tea Time Paris de Alicia en el País de las Maravillas.
Libro Les recettes de Rèmy. Jout le monde peut cuisiner.
Degustar este café con espuma de leche acompañado de unos croissants recién hechos de una pastelería del pueblo, unas palmeritas y esas galletas que vinieron directas del País de la ilusión hizo que el día empezara de una manera diferente y especial. Y si mientras disfruto de este desayuno puedo ojear unas recetas del libro de Ratatouille, no puedo pedir más.
Bon appétit!!!