He de confesar que muy reciente, mi gusto por el café ha adquirido relevancia en mi vida. Tampoco es que sea un conocedor profundo del arte del café. En definitiva el viaje que realice a Colombia me hizo ver un panorama distinto. De inicio está siempre el aroma, el cuerpo y la acidez para dar un buen sabor. No podemos conformarnos con menos. Ya teniendo estos puntos a nuestro favor, es indispensable contar con la compañía adecuada en cada momento, puede ser un amigo, un familiar, un compañero de trabajo, una pareja romántica, o si la situación lo requiere, queda estar con uno mismo, porque en ese punto es donde el momento mágico logra mostrarse.
Desde aquí quiero compartir un café, es por eso que la propuesta de visitar un lugar adecuado queda abierta para todos ustedes. La magia es más que algo visual que llena los ojos. La magia tiene que tocar todas las fibras del ser, y en definitiva el café es un buen conductor.