Por desgracia, el único valor remarcable del film es su fotografía a manos del oscarizado Emmanuel Lubezki. Es el encargado de situarnos en ese paisaje árido, cálido y arenoso junto a McGregor como responsable de llevar el ritmo de la película -muy lento-. Ésta es un intento de reflexión sobre el bien y el mal hilvanada con un diálogo trabajado y preciso a la historia que nos brinda alguna frase memorable.
No obstante, digo que es un intento porque no consigue hacerse interesante por culpa de su irregular ritmo y dispersa calidad de las secuencias por lo que nos deja fríos e indiferentes. Además, personalmente me es imposible ver a Ewan McGregor como Jesucristo.
Lo bueno: su fotografía.
Lo malo: su ritmo y no llega a ser lo que se pretende.
Nota: 5’5/10
¿Qué os encontraréis en ‘Últimos Días en el Desierto’?
1. Un Ewan McGregor diferente, pero poco creíble como Jesús.
2. Una historia más y poco interesante que no termine en ningún lugar.
3. Una película lenta para quien le guste el ritmo pausado y sin acción.
4. Frases a recordar y imagenes del desierto excelentes.
5. Un trabajo con pocas expectativas para un público muy reducido.