Ingenua es tu presencia, 
inéditos tus deseos, 
sensible es como esencia,
la clave de tus anhelos.
Cruzamos caminos,
doblamos senderos,
marcamos la tierra,
unida en los tiempos.
Distinta eres en obra,
donde residen tus miedos,
donde anidan pequeñas dudas,
sin sabores y contratiempos.
Sin perder detalle,
decora su cielo,
sus manos de encaje,
colores y versos.
Real como pocas,
sin doblez ni velos,
su piel se descubre,
ante abrazos y besos.
Hablo de ti, querida amiga,
por el paso de los tiempos,
donde casual fue la vista,
que dio por conocernos.
Desde entonces hasta ahora,
cada día es un misterio,
donde juntas compartimos,
buenos, malos, los momentos.
Admiro cada palabra,
que sale de tus adentros,
infinito es el mensaje,
que nos grabamos a fuego.



 
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