Trébol de cuatro hojas
La gente afortunada lo intenta, se arriesga y empieza un proyecto. No siempre tiene suerte, pero maneja la adversidad de manera distinta. ¿Sabías que los optimistas son más propensos a tener suerte? Actúan según sus intenciones. Las personas pesimistas, sin embargo, tienden a quejarse constantemente y así es imposible atraer cosas, situaciones o buenas personas.
Tener más o menos suerte también depende de la personalidad. Una persona extrovertida, por ejemplo, al estar más tiempo con los demás, tiene más oportunidades de conseguir un buen empleo.
La suerte, como casi todo en esta vida, es una cuestión de actitud y juega cuando existe incertidumbre. Lo que nos ocurre está condicionado por muchos elementos: el azar, nuestras acciones, el entorno, incluso las decisiones que tomamos. Todo influye.