titulo

Sentía mis piernas pesadas, mis antebrazos adoloridos y me dolía al respirar, todo estaba oscuro, y era porque aún no abría los ojos, cuando lo hice, todo era blanco, nada parecido a mi cuarto donde me había dormido.
Miré hacía los lados y la sala estaba sola, había un pequeño reloj mural que indicaban las 5:00am. ¿Qué me pasó? ¿Por qué estaba allí?. No recordaba nada, absolutamente nada, solo recordé que me despedí de mamá hace 5 horas atrás, que molesté a mi hermano, tecleé en el portátil y me acomodé para dormir.
De pronto moví una de mis piernas, pero fue en vano, los sentía, sí. Pero no los podía mover, luego miré mis brazos y vi que tenía piquetes de agujas en mi antebrazo derecho. Me asusté, y mi respiración se aceleró, hasta que me dolió el pecho de nuevo, fijé la vista allí y mayor fue mi miedo, cables, parches y vendas lo cubrían. ¿Que carajos me pasó?, de la nada sentí que golpearon la puerta y acto seguido, entró un chico vestido entero de color azul y una planilla en su mano, me sonrió cuando lo vi, pero yo no lo hice, estaba demasiado estupefacta para hacerlo, él se acercó a mi calmado, pensé que tal vez para no alterarme o porque era un lunático.
Cuando ya la distancia se acortó, me saludó.
-Hola, Laura. ¿cómo estás?. -Me dijo acercándose y sentándose a un costado de mi en la camilla.-
-No lo sé, ¿Cómo debería estar si me siento atada y llena de cosas extrañas conectadas a mi cuerpo? -Estaba realmente inquieta, y me alteré al ver su relajo en la voz y al preguntarme tan estupidez.-
-Tranquila, ¿quieres que te explique?. Si lo quieres, debes calmarte, te dolerá el pecho si te alteras o te agitas, ¿está bien?
-Solo asentí, sintiendo como mi mentón comenzaba lentamente a temblar, y él, se acomodó para lo que supuse, sería contarme todo.-
Bueno, Laura. Como primera cosa me presento, soy Eithan y soy tu médico, un gusto. -Y me sonrió con esas sonrisas que a cualquiera podía hacer olvidar las cosas, aunque fuese un extraño para mi, lo hizo.- En segundo lugar, te trajeron aquí hoy, a las 2:00am, deducirás que no fue hace mucho ya que son pasada las 5 de la madrugada. ¿Ves esos conectores en tu pecho, los cables y las vendas?, son para controlar tu ritmo cardíaco entre otras cosas, ya no tienes de que asustarte, lo más "peligroso" terminó .-Formó comillas con sus dedos en ese peligroso, y yo ansiaba saber aún más saber como había llegado allí.- Ya, ¿Y? -contesté seca, no porque quisiera, sino porque estaba ansiosa, él sonrió negando y dejó la planilla en el pequeño velador de noche que estaba a un lado de la camilla.- La cosa es que por lo que contaron tus padres, todos se fueron acostar a eso de las 12.00am, todo estaba bastante bien y bastante rutinario, hasta que a eso de las 1.30, sintieron un estruendo venir de tu cuarto, pensaron que se te había caído un mueble o algo por el estilo, y te llamaron para que respondieras, pero nada. Así que se levantaron de prisa, y al abrir la puerta se encontraron con tu cabeza debajo del muro principal que daba a la calle... -Antes de que terminara, un dolor se situó en mi nuca, viniendo unos cuantos flashback de lo que decía, pero no hablé, solo deje que continuara.- Fue un camión el que colisionó contra la muralla, la botó y no supieron el porque tu terminaste allí debajo, si tu cama estaba al otro lado de aquella muralla. Te trajeron acá y moriste en la ambulancia, cuando entraste yo me estaba yendo porque terminaba mi turno, pero en el camino sostuviste mi mano y me nombraste, ¿por qué? no lo sé, yo te oí pero nadie más lo hizo, sostuviste mi mano en la pasada y sentí que debía quedarme. -él suspiró y se relamió los labios, sin yo poder aún recordar todo lo que me contaba.- Me devolví y entré al pabellón, no estaba aún la doctora del turno, porque andaba en una habitación haciendo revisión de un paciente crítico. Entré y me puse una mascarillas, los guantes y la bata para examinarte. Y fue allí cuando tomando tu pulso me di cuenta que estabas sin latidos, que ya no había más que hacer, te reanimé para ver si funcionaba, pero nada, así que solo suspiré y estaba sacándome las cosas cuando un suspiro ahogado brotó de entre tus labios, me di la vuelta para verte y tenías tu mano sujeta de mi bata, intentando hablar movías los labios, pero tu voz no salía, solo un hilo de esta se alcanzaba a oír de una distancia bastante ínfima. Lo hice, me acerqué y oí que me nombrabas, estupefacto me quedé allí, en silencio, intentando escuchar que más me decías, y luego de musitar mi nombre te quedaste quieta, respirando tranquila dentro de lo que podías.
Me apresuré para limpiarte y alistarte para la posible operación, todo fue un éxito y estás acá. no sé como supe que despertaste, pero lo hiciste..
Fuente: este post proviene de Blog de Febrerocatorce, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Etiquetas: general

Recomendamos