Tanta parafernalia en realidad solo sirve como adorno de una trama que en realidad es bastante sencilla, una guerra por aquí, una relación paternofilial por allá, mucha venganza y sentimientos reprimidos y un no parar de acontecimientos que hacen de esta serie un rabioso entretenimiento. Todo ello aderezado, en cada uno de sus ocho capítulos, con espectaculares luchas que han mejorado en calidad, y seguramente en presupuesto, respecto a su antecesora. De este modo Henry Cavill se consolida como un convincente, imponente y carismático Geralt de Rivia, sin que ello empañe el espléndido trabajo de sus dos compañeras de reparto, cuyos personajes rebosan fuerza y siguen evolucionando mientras se prepara el terreno para algo que se intuye realmente épico.
Mi puntuación: 6/10