Este modus operandi narrativo le resta veracidad a la investigación, pero hace que sea sumamente dinámica y entretenida, ya que no da descanso a un espectador que nada más finalizar un episodio necesita ver el siguiente. También cabe remarcar que las pesquisas del detective están muy teledirigidas, cada pista que encuentra le lleva de manera directa y diligente a la próxima, y así sucesivamente, como si de un videojuego estilo aventura gráfica se tratara, y donde el truco de que las apariencias engañan solo funciona las primeras veces ya que al final lo acabas viendo venir.
Pese a todo, echaremos de menos esta ficción de corte detectivesco clásico que ha logrado sorprendernos en mayor o medida a lo largo de cuatro temporadas, dejándonos personajes carismáticos y únicos como Cora y Vera, y sobre todo el propio inspector Ambrose, personaje que ha servido para el lucimiento y resurgimiento de Bill Pullman, quien ha demostrado que tiene más talento del que ha demostrado a lo largo de su carrera cinematográfica.
Mi puntuación Temporada final: 5/10
Mi puntuación Serie completa: 6/10