Y precisamente esto es lo que tras la primera temporada acaba torciéndose, ya que las bromas que hacen siempre giran en torno a lo mismo episodio tras episodio: uno es muy tonto, otro demasiado indeciso, la pija cada vez lo es más y explotan en exceso esta dinámica. Por otro lado la trama continua que desarrolla es misteriosa y con varios giros de guión que enganchan, aunque una vez destapados se centran demasiado en ellos con momentos en los que dan vueltas sobre lo mismo y la historia apenas avanza. Aún así cumple en entretenimiento, y resulta extremadamente original el satírico concepto de cielo e infierno que se ha sacado de la manga su creador.
Mi puntuación: 6/10