Entrégate al sueño, querida hija. Nada has de temer. Son poderosas las raíces que te sostienen. A través de ellas obtienes todo cuanto precisas de la materia. Son tus ramas las que debes hacer crecer ahora. Álzalas al cielo. Déjate balancear por el aire. Que sea el sol quien conforte tu espíritu y la lluvia, tu consuelo. Fluya la tierra a través de ti hacia el cielo. Coge del cielo cuanto te pertenece y bájalo a la tierra para crecer vigorosa y crear lazos con cuanto te rodea. Sueña ahora, sueña, es en el sueño donde está tu esencia más pura. Busca con el corazón abierto, pues es tu antorcha.
La voz de Gaia es dulce, suave, me acaricia el alma. No entiendo porqué me habla de raíces y ramas si soy un ave. «Le preguntaré a Mamita», pienso entre bostezos.
Gaia entona una melodía que Zoraida silba en sueños
Fuente: este post proviene de El nido de zoraida, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado: